Kanouté nuestro,
que estás en el césped,
vitoreado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu juego;
muéstrese tu calidad
en el aire como en el suelo.
Danos hoy nuestro gol de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la vulgaridad,
y encauzamos a ganar.
Amén.
Amén.
ResponderEliminarENORME!!!
ResponderEliminarUn abrazo.
Caballero, yo publiqué un post con el mismo título y muy parecido al suyo hace unos meses
ResponderEliminarhttp://lomejorsigueestandoporllegar.blogspot.com/2011/05/kanoute-nuestro.html
un saludo
A/A Mayte:
ResponderEliminarAmén amiga, Amén.
A/A Manuel de los Santos:
Ya será menos Manu, un abrazo.
A/A Manuel Miranda:
Vaya hombre! Disculpe el plagio, creame, involuntario.
El suyo es más completo y me quito el sombrero, pero este incluye hasta tres sombreros del propio Kanoute. ;-)
El solo hecho de poder decir "yo vi jugar a Kanoute" ya nos redime de todos los pecados habidos y por haber,esta danza y esta oración tendrian que ponernosla de penitencia cada vez que cayeramos en esa vulgaridad que cita la oración,genial hermano Alejandro.
ResponderEliminarA/A Papi:
ResponderEliminarYo vi jugar a Kanoute...pobres las generaciones venideras que no podrán decir lo mismo.
Sin duda el dorsal número 12 (amén de ser de la afición) tendrá dueño para siempre.
Solo me queda decir AMEN
ResponderEliminarA/A Miguel:
ResponderEliminarAmén amigo.
Un saludo.