Con menos pegada que nunca…

Los últimos partidos en casa me han recordado a un combate de boxeo, por desgracia siempre al mismo. En un lado, el púgil foráneo, paciente y tranquilo, cubre todo lo posible las zonas sensibles de su cuerpo en posición de defensa. Al otro el púgil casero, imprudente e impulsivo, golpea a su rival inútilmente en su defensa de brazos.

El foráneo, aprovecha el hueco que su rival ofrece en su baldío golpeo y saca un golpe directo al pómulo. El casero, aturdido y furioso, vuelve a estrellar sus golpes contra el muro defensivo de los brazos del rival hasta que otro golpe cruzado le deja tirado en la lona. Esa no es forma de boxear. Eso no es tener “pegada”.

Ahora es más fácil que nunca criticar a nuestro entrenador pero intentaré no caer en ello. Ya se encargaran otros muchos de hacerlo.
Nuestro entrenador sabe mil veces mil más que yo de fútbol, por lo tanto no voy a venir yo, un simple aficionado, a dar lecciones de nada. Sin duda, hay groseras lagunas futbolísticas que los aficionados a veces vemos, pero estoy convencido de que él, Manolo Jiménez, y su cuerpo técnico, las ven antes que nosotros.

Todos vimos que Lolo no estaba en el partido. Seguro que él también. Por eso Kone empezó a calentar a los 20 minutos. ¿Porqué esperó hasta el descanso para hacer el cambio? Sus motivos tendría.

Que Adriano no estaba en el partido lo vimos todos. Seguro que él también. Imagino que lo dejó esperando algún chispazo del brasileño que por desgracia no llegó.

Tal vez me repito mucho, pero el Sevilla, para llevar el peso de los partidos, necesita laterales largos que desdoblen a los extremos. Si no los tenemos, para los rivales es muy sencillo frenarnos. ¿Podríamos fichar a un Xabi que invente pases magistrales? No, por desgracia no podemos.

Sin embargo y jugando a ser entrenador, pienso que hay otra opción más inmediata y más sencilla. Una opción que gustaría a pocos, pero que tal vez nos reportaría mejores resultados. Jugar a lo que mejor se nos da. Jugar a lo que mejor sabemos. Jugar a la contra. Sí, a la contra.

Hacer juego de piernas cual boxeador que espera un despiste del rival. Lanzar algún que otro golpe sin descuidar la postura defensiva. Ser pacientes. Esperar que el rival intente también golpearnos y entonces, matarles a la contra.

Algunos dirán que jugaríamos feo, que eso es de equipo pequeño, pero yo lo que quiero es ganar, ganar y ganar, y he visto a muchos equipos ser campeones jugando de esa manera.

¿Qué si no prefiero jugar como el Barça? ¡Por su puesto! Pero para eso hay que tener jugadores como los del Barça y ni los tenemos, ni por desgracia podemos pagarlos. Tenemos lo que tenemos, y creo que lo que tenemos es perfecto para jugar a la contra.

En liga no podemos fallar más. Nuestro objetivo esta ahora a cinco puntos. El próximo partido de liga es en el Nou Camp y el Valencia recibe al Villareal. Es posible por tanto que se vayan a ocho puntos, y ocho puntos podrían llegar a ser muchos puntos.

Yo quiero ganar la Copa como el que más, pero ojala no nos distraigamos más de lo necesario con ella, ojala no descuidemos la liga que es el pan nuestro de cada día y por supuesto que no pensemos que por eliminar al Barça la copa ya está ganada.
Hemos caído al sexto puesto. La caída ha sido dura pero ahora solo toca levantarse.

Ya saben, dicen que nunca se rinde…

Puedes leer este artículo en Columnas Blancas