El alumbrao (por las luces que tienen claro) lo dio la federación madrileñista, quiero decir española, de “furgol” con la decisión de llevar la final de la copa a Barcelona. Solo intereses los económico-federativos y de trato de favor para con el Atlético pueden explicar esta decisión.
Recapitulemos, el Sevilla pide Sevilla y el Atlético pide Madrid. Al parecer la federación comunicó que si no había acuerdo la final iría a Valencia.
Al final, decisión Salomonico-Federativa: Barcelona.
Sin duda han debido tomar la decisión entre copas de manzanilla, risas y bailes, porque es de cachondeo. Está claro que estaban ya en plena feria, pues la feria de abril ya ha comenzado.
Ejecutivo 1: Oye, ¿Cuánto hay de Madrid a Valencia?
Ejecutivo 2: Psss…unos trescientos y pico kilómetros.
Ejecutivo 1: ¿Y de Sevilla a Valencia?
Ejecutivo 2: Psss..el doble más o menos
Ejecutivo 1: Vaya…¿y cuanto hay de Madrid a Barcelona?
Ejecutivo 2: Ummm…unos seiscientos kilómetros.
Ejecutivo 1: ¿Y de Sevilla a Barcelona?
Ejecutivo 2: Psss…el doble más o menos también.
Ejecutivo 1: ¿También el doble? Pues entonces ya está, si perjudica por igual, pues en Barcelona que es más grande.
Ejecutivo 2: Claro, claro, como Salomón.
Salomónica decisión, sí señor.
Pues tal vez deberíamos plantarnos y hacer como la madre verdadera en aquella fábula de Salomón: “Salomón, si su solución al problema es cortar al niño por la mitad, prefiero que se lo quede ella y sobreviva”.
Pues aquí lo mismo, Sres. de la federación de “furgol”: si esa es su solución, prefiero que se queden la copa ellos y sobreviva.
En fin, que la feria empezó con un día de pescaito bastante movido y claro, copita pa acá y pa allá, un bailecito y otro, etc... llega la consecuente resaca. Y trabajar con resaca, queriendo descansar para poder volver al real y pensando a la vez en con quien voy a quedar por la noche, pues pasa lo que pasa, que se va al trabajo, pero no se trabaja. O lo que es lo mismo, que se hace el ridículo ante el Valladolid.
No hay implicación y se reconoce públicamente. El vestuario empieza a oler a podrido. No era culpa de una única manzana. La mayoría están “picadas” y apenas queda tiempo señores.
Se me viene a la memoria el eslogan de una, en mi opinión lamentable, campaña empresarial que dice: “Esto lo arreglamos entre todos”.
¿Entre todos?, pues no mire usted, “Esto deberían arreglarlo los que lo jodieron”.
Salud, sevillismo y a disfrutar de la feria más larga de la historia... si nos dejan.
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