viernes, 29 de octubre de 2010

La cena de los idiotas



La cena de los idiotas es una genial película francesa inspirada en una obra de teatro del propio director de la película, Francis Veber.

Cuenta la historia de un grupo de intelectuales, tan colmados de dinero como faltos de escrúpulos, que se disputan el dudoso honor de competir por ver quien es capaz de invitar a cenar a la persona más idiota.

A mi al pensar en esta película se me viene a la cabeza el asunto televisivo, más si en la cena los adinerados eruditos ponen le de comer al idiota de turno una pringá.

La cena de los pringaos debería llamarse en este caso.

Ya me imagino a Florentino y  Rosell invitando a cenar al pringao de turno y enseñándole el contrato que debe firmar si quiere ser amigote suyo.


Entiendo que desde la capital la consigna sea la crítica y la mofa hacia la postura que capitanea el Sevilla FC. Lo que no me entra en la cabeza y además encuentro vomitivo, es que desde aquí, bien por odio a la persona que capitanea esta legítima reclamación o bien presos de le verde bilis de la envidia más visceral, sean capaces de atacar la postura que mantiene el Sevilla FC en este asunto.

El Sevilla FC, como en otras ocasiones (no hay más que recordar la pica que más que en Flandes, clavamos en el lomo del grupo PRISA con el anterior contrato televisivo) encabeza una cruzada por él, claro que si, pero como decíamos de pequeños, por mí y por todos mis compañeros.

El Sevilla no reclama que le metan junto a los dos pringaos para estar cómodo en el segundo escalón del fútbol español, no (que tal vez podría). El Sevilla lo que reclama un reparto más equitativo entre TODOS los participantes en la competición que no es lo mismo. 

No es ninguna utopía. Es algo que ocurre en todas las ligas importantes de Europa, excepto en la española, en la que desde hace años dos glotones devoran todo el sabroso pastel mientras que el resto debe esperar y pelearse por las migajas que les sobran.

El Sevilla FC no busca el bien propio ante todo pero tampoco es Teresa de Calcuta, ni pide solidaridad de los ricos. Lo que el Sevilla FC está haciendo es tomar el estandarte de la igualdad. Un estandarte que pocos se atreverían a coger para no tener que enfrentarse de forma directa a los colosos del fútbol español y todo su poder mediático. Un estandarte por la igualdad, por lo que es justo, porque lo que se pide es un reparto más igualitario del pastel. 

¿Qué el Madrid y el Barcelona se llevaran una parte más grande? Por supuesto, pero no una forma tan descomunal como hasta hoy. Por objetivos, por posición, por pinchazos, por clasificación histórica, por muchas cosas, pero no porque sí.

El sistema que propone el Madrid, y que muchos están aceptando de forma lamentable, establece que la liga debe ser ganada por el Madrid o el Barcelona, y que el Atlético y el Valencia deben ser 3º o 4º, y el resto debe cobrar por igual. Menuda competición.

Aceptar eso es aceptar una pringá cuando los de arriba están inflándose a Jamón Serrano. Aceptar eso, aceptar la pringá, es tener muy pocas miras y menos ambición. Aceptar la pringá es no darse cuenta que si unen sus fuerzas ganaran mucho más todos juntos que si se venden por separado. Aceptar la pringá es de pringaos y por fortuna cada vez son más los clubes que es están dando cuenta del engaño.

Y ojo porque dirán algunos: “si eso se lo hubieran ofrecido al Sevilla y al Valencia en lugar de al Atlético lo verías bien”. Pues no. No lo vería bien

Hace tiempo que la liga española no es la mejor del mundo, pero es que a este paso dejará incluso de estar entre las cuatro mejores.

Por una liga más justa y más competida, reparto televisivo equitativo ¡YA!

1 comentario:

  1. Amigo, hace mucho que se cargaron la gallina, y a poco que esto evolucione en la misma direccion,se cargaran hasta los huevos.
    ¡ Maldito negocio !
    Un abrazo

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