lunes, 19 de diciembre de 2011

¿Que hacemos ahora?

Kanoute es considerado por muchos como el mejor jugador de la historia del Sevilla. Además, resulta que Kanoute es una persona ejemplar y admirable más allá del plano futbolístico.


Si se descubriera que Kanoute fuera de los terrenos de juego no es tan buena persona y que ha estafado a hacienda o ha cometido algún delito aún mayor, ¿debería dejar de ser considerado el mejor jugador de la historia del Sevilla?, ¿debería de dejar de jugar partidos con el Sevilla?, ¿y si comete un acto delictivo como jugador del Sevilla dentro del campo?, ¿sería igual?

No lo sé, la verdad…

Dicho esto, como saben Jose María Del Nido ha sido condenado por la Sección Tercera de la Audiencia de Málaga. Ante dicha condena caben recursos ante el tribunal Supremo, el Constitucional y hasta el de Estrasburgo.

El tema es delicado. Dejando a parte los porqués del caso y de haber llegado a esta situación (que son muchos, como muchos los odios viscerales que están aprovechando para escupir toda la bilis que han acumulado) el caso es que a ningún sevillista nos gusta tener como presidente a una persona condenada por el delito que sea, ya sea inocente o culpable del mismo.

Pero antes de hablar a la ligera hay que parase a pensar. Si alguien es culpable de algo que pague lo que tenga que pagar (ni más ni menos). Si es inocente que restituyan lo que le hayan hecho perder (en honor y en dinero).
De cualquier manera yo tengo claro que lo principal, por encima de las personas, es la estabilidad del club.

¿Qué opciones hay?

-          Que Del Nido se vaya por las bravas y comience una guerra de poder dentro del sevillismo para ver quien consigue la presidencia del club. Coincidirán conmigo en que en este momento de la temporada esto sería muy perjudicial para el club.

-          Que todo el accionariado se ponga de acuerdo en apoyar a un nuevo presidente ajeno al actual consejo de administración. Veo difícil encontrar a esa persona, y si están pensando en De Caldas mejor dejarlo ahí…

-          Que Del Nido pase a un segundo plano y ponga de presidente a un “testaferro” al estilo Gil. Aunque esto daría cierta estabilidad al día a día del club, la crítica en los medios y en la calle sería constante señalando a la mano negra de Del Nido, etc…

-          Que Del Nido siga siendo presidente mientras no exista sentencia firme. Igual que en el supuesto anterior, la crítica sería constante pero no habría manos negras dirigiendo desde la sombra.

Todo apunta a que esta última será la decisión (mañana lo escucharemos), por lo que debemos estar preparados para lo que se nos viene encima y rezar porque los ataques constantes por tener en la presidencia a una persona sobre la que pesa una resolución condenatoria (no firme) perjudiquen en la menor medida posible la estabilidad de la entidad tanto en lo deportivo como en lo institucional.

Lo difícil (por no decir imposible) es hacer ver que el presunto delincuente (la sentencia no es firme) es Jose María Del Nido abogado y no la entidad Sevilla Fútbol Club S.A.D. por más que este también ocupe el cargo de presidente.

Si algún día alguien acusara a Del Nido de haber “Robado” al Sevilla Fútbol Club S.A.D. y en este supuesto se llegara a demostrar a ciencia cierta que es culpable, no me cabe la menor duda que el sevillismo actuaría en consecuencia quitando de en medio al delincuente como ya hizo en ocasiones anteriores, pero eso, que yo sepa, no ha ocurrido.

Yo sinceramente no sé que opción es mejor ni la peor, aunque si tengo mi opinión sobre la menos mala. Además no tengo ni idea de derecho jurídico pero si que bicheando por ahí he encontrado lo siguiente que habría que tener en cuenta a la hora de lanzar improperios:

No existe una presunción absoluta de inocencia, porque en la mayoría de los casos el procesado resulta finalmente culpable, sino que existe un estado jurídico de imputado, el cual es inocente hasta que sea declarado culpable por una sentencia firme y esto no obsta, a que durante el proceso pueda existir una reasunción de culpabilidad capaz de justificar medidas coercitivas de seguridad”.
Conf. Vélez Mariconde, Estudios de Derecho Procesal Penal, Tomo II, Pág. 20 y siguientes.

Mientras no sean declarados culpables por sentencia firme, los habitantes de la Nación gozan de un estado de inocencia, aún cuando con respecto a ellos se haya abierto causa penal y cualesquiera sea el progreso de la causa. Es un estado del cual se goza desde antes de iniciarse el proceso y durante todo el periodo cognoscitivo de este (…)”
Conf. Clariá Olmedo, Tratado de Derecho Procesal Penal, Tomo I, pág 230.

PD: Mi apoyo al presidente del Sevilla, hasta que deje de serlo, para poder dirigir la nave sevillista sin que este temporal nos desvíe el rumbo. Si hay alguien capaz de hacerlo debe ser él.

PD2: Ya hay quien ha empezado a leer la sentencia (gracias Cornelio) y parece claro que Del Nido ha sido declarado inocente de los 7 delitos principales. Solo le han encontrado culpable por asesorar (que para bien o para mal es lo que hacen los abogados) a Julian Muñoz en el delito que aquel cometió. Es decir, más parece un lavado de cara del Tribunal de Málaga para poder decir que lo ha condenado, aunque no sea por ninguno de los delitos principales. Resumiendo, Del Nido no ha sido condenado por llevarse un euro (lo que publican en ciertas webs es literalmente falso) sino por asesorar al que lo ha hecho. No será ético pero tampoco es para ir 7 años a la cárcel. No me cabe duda que la sentencia será disminuida mucho si es que no es absuelto finalmente.

2 comentarios:

  1. ¿Que qué hacemos ahora?

    Sólo podemos elegir tres caminos:

    1.- La indiferencia, que es el camino de los tibios...
    2.- Quitarnos las caretas y atacar sin piedad, por envidia, por venganza o por poder al mejor Presidente de la historia del Sevilla FC.
    3.- Defenderle y estar junto a él como señal inequívoca de lealtad.

    Yo pertenezco al grupo 3.

    Un cordial saludo

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  2. Gracias por comentar Marcu.

    El PD2 ha sido añadido recientemente y creo que es de imprescindible lectura.

    Un saludo.

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