
Tengo los pies fríos.
Aquí hace frío. Bastante frío para mi gusto.
El sol sale escondido. La lluvia no es violenta, pero si constante.
Hace frío, pero sobreviviré.
Tengo el corazón caliente.
Y lo tengo gracias al cariño de aquellos que me han regalado el suyo.
Mi corazón sevillista, late caliente con roja pasión, aún más cuanto más lejos, pues me lo rellenaron, por sorpresa, de cariño sevillista desinteresado.
Un grupo de locos.
Un grupo de genios.
Como diferenciar una cosa de la otra.
Un equipo del que tengo el privilegio de ser miembro, aunque solo sea como espectador boquiabierto.
Una familia. La familia sevillista.
Gracias por todo lo que me habéis enseñado y por multiplicar por mil mi sevillismo infinito.
Os voy a echar mucho de menos.
Por suerte internet nos acerca y seguimos en contacto. Seguiremos trabajando, desde donde sea, para limpiar, fijar y dar esplendor a esta maravillosa pasión blanquiroja. Limpia y diáfana, libre de toda mácula.
Tengo los pies fríos, pero el corazón caliente.
Gracias a ese calor uno se arropa para pasear por la ciudad y conocer sus encantos.
Una de las joyas de Vancouver es el Standley park. Uno de los parques urbanos más grandes del mundo.

El parque Standley esta muy cerquita de mi casa y paseando por el me topé con la estatua de su creador, Frederick Standley, quien al parecer era un gran Sportmen.

En Octubre de 1889, tras la apertura del parque, el Sr. Standley pronunció las palabras que están grabadas en su estatua:

"Para el uso disfrute de todas las personas de todos los colores, credos y costumbres de todos los tiempos."
Les suena la frase ¿verdad?
Canadá 1889. ¿Llegarían hasta aquí los barcos de la Macandrew?
Lo que está claro es que con tanto frío, prefirieron ponerse patines pegarle palazos a un disco, porque football aquí poquito...
PD: Un abrazo enorme y que sepáis que ya he lucido vuestros regalos por Vancouver. A ver como monto yo aquí una peña...
