miércoles, 15 de septiembre de 2010

EL SEÑOR JOHNSTON, SUPONGO.

Por Guardianes de la Memoria
Tiempo tendremos de conocerlo con detalle, será uno más de la familia, de la familia sevillista, por supuesto. Pero vamos a presentarnos.
Guadalquivir arriba, en 1871 y en uno de los vapores de la MacAndrew, llegó a los muelles junto a la Torre del Oro un muchachito escocés, que nació en Elgin hacía apenas diecisiete años llamado Edward Farquharson Johnston.
Se estableció en el número 2 de la calle Guzmán el Bueno, y allí fue aprendiendo esa sevillanía con acento británico que tanta influencia tuvo en el desarrollo nuestra ciudad de la revolución industrial.
Hasta ahora, de él, antes de seguir con su familia, sólo hemos encontrado un recorte en su época de soltero.
Curiosamente practicando “rovnig”, como se diría en su tierra. A bordo de “Macareno”. El barco lo tripulaban seis personas: cinco remeros y el que los dirige. Pues de los seis, cuatro son de la pandilla protosevillista.
Seguro que les sonarán los apellidos Welton, Niño y White.
Volvamos con la familia y dejemos los diversos sports que practicaba para otro día.
Volvió a su tierra para desposarse con Mary Crombie el de 3 julio de 1879. Tras la boda el matrimonio se estableció en Sevilla, llegando a tener cuatro hijos.
Quizás parece excesivo el detalle de contar hasta la fecha de la boda, pero igual no, puede que sólo una suposición nuestra, que su graciosa majestad no le viera tan respetable hasta que no sentó cabeza. Ya que sólo diez después del enlace encontramos esto:
Mucho podríamos hablar de sus negocios, variados e interesantísimos, principalmente uno que puede pesar mucho en esta historia: la Mac Andrews.
Hombre polifacético, o poliédrico como dicen algunos, no tenía bastante con la diplomacia, los negocios y los sports, sino que, además su casa era un foco cultural. Los viajeros ingleses de la época tenían su casa como un templo de obligada visita, incluso servía de alojamiento para alguno de ellos.
A Johnston lo teníamos localizado presidiendo la primera partida jugada en España (y en otros sueltos), entonces lo conocíamos por Johnson:
A las 8 de la noche obsequió el Club de Sevilla a los expedicionarios con un espléndido banquete en el Café Suizo presidido por el Sr. Johnson (Vicecónsul Inglés en Sevilla.)
A la hora de los brindis la animación fue grande.
El Sr. Jonhson brindó por las familias reales de España e Inglaterra, contestando los comensales con miles de hurras, acompañados con el ruido de los taponazos del Champagne y el choque de las copas.
(..)
Presidente el Sr. Jonhson.
Aparece como “Presidente”, pero siempre pensamos que se trataba del representante inglés ante tan incipiente sport, pero era algo más que se nos había escapado hasta ahora.
Hoy sabemos que era el Presidente de un club, que no podía ser otro que el “Sevilla Football Club”.
Hasta aquí un breve esbozo de quien hoy sólo hemos presentado. Llegarán a conocerlo, nos queda mucho que contar. Es más, es posible que lleguen a cogerle confianza, entonces podrán llamarle Ned.

4 comentarios:

  1. JOHNSTON. Mira que ya me está resultando familiar este nombre. Después de la noticia que publicasteis "los guardianes de la memoria", lo que más en claro me queda es que a partir de este personaje, la información en la que estais trabajando y los hilos conductores que a partir de él se desarrollan, me aventuro a adivinar que estais casi llegando al eslabón que nos faltaba para enlazar el Sevilla de 1890 y el de 1905. Para muchos, por los comentarios que he estado leyendo, la sorpresa es que un equipo llamado Sevilla Football Club jugara un partido en 1891 y que se hicieran eco de esta noticia en un lugar remoto de Nueva Zelanda. Para mí, lo que esta noticia me supone es una ilusión tremenda al saber que estais llegando al desenlace final, y que más pronto que tarde, demostrareis con docuentos lo que ya es más que una teoría, el Sevilla F.C. tiene su origen en 1890. Espero ansioso el siguiente capítulo de esta historia mientras vuelvo a dar las gracias por tan maravilloso trabajo de investigación.

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  2. Muchísimas gracias por tus ánimos y la ilusión que transmites.

    Esa ilusión se nos contagia para seguir escarbando y desempolvando nuestra preciosa historia.

    Estamos tocándolo con la punta de los dedos y no vamos a dejarlo escapar.

    Un abrazo.

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  3. De corazón muchas gracias a los guardianes de la memoria por la espléndida labor que estais llevando a cabo.
    Francisco Mateos, abonado 511

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  4. Las gracias te las damos nosotros a ti Francisco por transmitirnos tus ánimos e interés por los datos que encontramos.

    Para nosotros es un placer.

    Un saludo.

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