El último día

Sabe a eternidad, aunque no ha pasado ni un año.

Palop levantaba la copa, la copa de Agustín Rodriguez, al más puro estilo Eizaguirre y el sevillismo explotaba de júbilo en las gradas del Nou Camp.

Después no hubo grandes excesos. Preferimos esperar a llegar a Sevilla y celebrarlo con los nuestros.

Sabe a eternidad, aunque no ha pasado ni un año.

La persistencia de la memoria lo llamó Dalí.

Tal vez sea porque sabemos que no es, no debe ser, algo efímero y pasajero.

No es algo que solo viviremos una o dos veces en la vida y hay que disfrutar en toda su dimensión.

Tal vez les pase lo mismo a esos dos colosos que juegan esta noche, tan acostumbrados a levantar copas (uno más que otro).

Tal vez sea eso y no sea de clubes grandes presumir de lo ya pasado. 

Tal vez haya que hablar solo de presente, y si este no nos es grato, mejor hablar del futuro.

Unos, guardan sus trofeos con cariño en las vitrinas y salen a buscar nuevos laureles y victorias.

Otros, pasean, exiben y exprimen sus escasos éxitos para multiplicarlos y que parezcan eternos.

Debe ser así y tal vez no sea de grandes, pero no me resisto a gritar una vez más que HOY, EL SEVILLA FÚTBOL CLUB ES EL CAMPEÓN DE ESPAÑA.

Hoy es siempre todavía, y hoy, precisamente hoy, es nuestro último día como campeones.

¿Quien sabe cuando volvamos a serlo?

Esta noche el campeón será otro, pero hoy, todavía, los campeones somos nosotros.

Sabe a eternidad, aunque no ha pasado ni un año.

PD: Pobre copa 2011. Ya quisiera ser tratada con la mita del cariño con que tratan a su hermana gemela.