El último partido en el viejo Nervión y una premonición

Hace pocos días, nuestro amigo Carlos Romero nos regalaba un post (uno de tantos impagables regalos) para deleite del sevillismo.

Una da las imágenes más llamativas era la del pollino.

Preciosa imagen para los románticos de este deporte ¿verdad?

Al fondo el Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán aún sin inaugurar (ante el Jaén, que no les confundan) y primer plano el césped aún en perfecto estado del Viejo Nervión, del cual da buena cuenta un simpático burrito, rodeado de gradas derruidas.

Hay muchos detalles en esta preciosa fotografía que uno se para a contemplar "embobao", realizando placenteros viajes astrales a tiempos pretéritos.

Coincidirán conmigo en que el detalle más bonito es la frase que reza bajo el marcador:

"EL SER SEVILLISTA EXIJE HOY LA MÁXIMA COLABORACIÓN PARA CULMINAR ESTA GRAN EMPRESA"

Ya saben, a los sevillistas nunca nos regalaron un estadio y siempre tuvimos que pagarlos como pudimos. Con la ayuda de todos ciudadanos que pudieron. Sin ayudas institucionales. Arruinándonos en el empeño de tener un coliseo mayor que fuera capaz de dar cabida a una enorme afición que ya no cabía en el viejo Nervión.

Pero hay otro detalle. Tal vez un detalle sin importancia, pero me llamo la atención. Miren otra vez el marcador.

Victoria visitante por un tanto a dos. ¿A que partido corresponde ese marcador?

Que sepamos, y como se encargó de recordarme Agustín Rodriguez, siempre dispuesto a echar una mano (gracias amigo) el último partido disputado por el Sevilla F.C. en el viejo nervión correspondió a la vuelta de los octavos de final de la Copa de España ante Las Palmas. Aquel partido se disputó el 25 de mayo de 1958 y terminó 2-0.

Entonces, ¿de donde sale ese 1-2?

Terminada la temporada futbolística se disputó en "Torneo de la Peña sevillista Puerta de Carmona" en el viejo campo de Nervión.

Uno pensó que tal vez ese resultado de 1-2 fuese el resultado de la final de aquel trofeo y por tanto ese debió ser el último partido disputado en el viejo Nervión.

Entonces, ¿Que ocurrió en aquella final?

Como leen. La final entre el Andalucía y el Macarena terminó con empate a uno. Hubo lanzamiento de 3 penaltis y cada equipo marcó uno. Finalmente fue una moneda al aire la que decidió que el campeón sería el Andalucía.

Tal vez el marcador reflejaba un 1-1 y la victoria por la cara (de la moneda) del Andalucía colocó aquel misterioso 1-2 en el marcador. O tal vez no...

La final de este trofeo se disputó el 26 de Agosto de 1958 y antes, un mes antes, encontramos esta noticia.

Ya ven. Los socios de la peña sevillista disputaron un "entrenamiento a puerta" y después celebraron una cena íntima de despedida (quien hubiera podido ser comensal de aquella cena...). Como bien dice la nota de prensa "un terreno en el que ya nunca se jugará al fútbol".

Es decir, después del 27 de junio de 1958 no parece probable que se volviera a jugar a fútbol en el viejo Nervión, por lo que la final del Trofeo no pudo jugarse allí.

De momento no he resuelto el enigma. Tal vez en aquel "entrenamiento a puerta" los socios de la peña decidieron utilizar el marcador y aquel partidillo terminó 1-2, o tal vez (ingenuo de mi visto lo visto) ese marcador sea una premonición sobre el futuro.

Tal vez una premonición sobre un futuro lejano, pongamos 53 años más tarde, porque si el miércoles el marcador del Santiago Bernabeu terminara reflejando un 1-2 entonces...