La antepenúltima jornada de segunda división deparaba un duelo en la cumbre entre primer y segundo clasificado (Sevilla FC y Atlético de Madrid, conocido como Athletic por entonces) y lo que ocurriera en ese choque definiría al campeón de la segunda división de aquella temporada.
Una victoria sevillista nos convertía virtualmente en campeones y la afición del Sevilla, que como bien reza el eslogan aparecido estos días con motivo del desplazamiento que haremos Barcelona es “capaz de todo”, no iba a dejar solo a su equipo en un momento tan importante.
Como nos contó Agustín Rodriguez en una reciente Columnas Blanca, más de 4000 sevillistas fueron hasta Madrid para asistir a un partido de segunda división. Casi ná…
Tengamos en cuenta que hablamos del año 1934, que Sevilla tenía cuatro veces menos habitantes que hoy y que viajar a Madrid no era tan sencillo como lo es ahora, lo cual nos da una mejor idea de este meritorio éxodo blanquirojo.
Pese a todo, miles de sevillistas inundaron las carreteras en coches y autocares, mientras que otros tantos llenaron trenes especiales que se fletaron para tan señalada ocasión.
Una victoria sevillista nos convertía virtualmente en campeones y la afición del Sevilla, que como bien reza el eslogan aparecido estos días con motivo del desplazamiento que haremos Barcelona es “capaz de todo”, no iba a dejar solo a su equipo en un momento tan importante.
Como nos contó Agustín Rodriguez en una reciente Columnas Blanca, más de 4000 sevillistas fueron hasta Madrid para asistir a un partido de segunda división. Casi ná…
Tengamos en cuenta que hablamos del año 1934, que Sevilla tenía cuatro veces menos habitantes que hoy y que viajar a Madrid no era tan sencillo como lo es ahora, lo cual nos da una mejor idea de este meritorio éxodo blanquirojo.
Pese a todo, miles de sevillistas inundaron las carreteras en coches y autocares, mientras que otros tantos llenaron trenes especiales que se fletaron para tan señalada ocasión.
El Sevilla FC, con el inestimable apoyo de su incondicional afición, realizó un gran partido y no dio opción a los madrileños ganando por un claro 0-2 (por cierto, la web oficial del club afirma que el resultado del partido fue 1-2, pero como vemos los atléticos no perforaron nuestras mayas en ninguna ocasión):
Varios cronistas de la capital asumieron la derrota y reconocieron la superioridad del Sevilla en el partido: 
Sin embargo otros cronistas más subjetivos no asimilaron bien la derrota achacando la misma al árbitro, a la suerte, a artimañas sevillistas, etc…en fin, hay cosas que no cambian nunca:
Para no hacer de esto un post interminable haremos un pausa en este punto.
Dejamos para el próximo la gran actuación de algunas de nuestras estrellas y la lamentable actitud del público madrileño (como decíamos, hay cosas que no cambian nunca…).
(Continuará…)
Dejamos para el próximo la gran actuación de algunas de nuestras estrellas y la lamentable actitud del público madrileño (como decíamos, hay cosas que no cambian nunca…).
(Continuará…)
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O_O
ResponderEliminarAbsolutamente delicioso este post. Hay quien necesita de marchas a Utrera y cosas por el estilo para demostrarse algo.
La idiosincrasia sevillista no permite, por sí misma, hacerse eco histórico de forma permanente de este tipo de cosas para reivindicarse como afición aún siendo una gesta como la que nos describes. No solo interviene el número de habitantes, sino las carreteras de la época que más bien eran caminos y los trenes para qué hablar. Una odisea en toda regla.
Muchas felicidades Alejandro.
Totalmente de acuerdo.
ResponderEliminarMuchímas gracias por el piropo Carlos, todo un halago, pero como le dije a Antonio, si algo tiene de bueno el post sin duda es porque camino sobre hombros de gigantes.
Un abrazo.
Magnífico post, no me pierdo por nada del mundo los siguientes capítulos. La cantera de guardianes ha puesto una de sus perlas en el primer equipo y tiene toda la pinta de que va para figura. Enhorabuena, crack.
ResponderEliminarGracias Enrique! Tu tienes parte de culpa del mismo.
ResponderEliminar¿Primer equipo? calla, calla.
Lo dejamos solo en canterano. Poquito a poco.
Un abrazo