lunes, 9 de mayo de 2011

A ver si nos entendemos...

humildad

La vergüenza histórica se consuma.

SET histórico del equipo madridista en Nervión ante un equipo que no ha llegado ni la condición de digno sparring.

La afición alentada por el Mágico Gol Norte y el resto del estadio no han cesado de animar ni un minuto.

Hasta el final.

Pasara lo que pasara en el césped.

Suena el silbato final y Manzano dice a los jugadores que se acerquen al Gol Norte para agradecer a los Biris por los ánimos recibidos y entonces ocurre…

Los Biris, y todo el estadio al unísono, dedica una sonora pitada a los jugadores que se acercan.

Estos, cariacontecidos, se dan media vuelta y se meten en los vestuarios mientras de inmediato el estadio vuelve a jalear: ¡Sevilla, Sevilla, Sevilla!

Genial.

Toda una bofetada sin manos.

Una bofetada enorme.

Algunos “periodistas” han hablado de consignas, de aborregamiento y de aleccionamiento de la afición para que animasen al equipo pasara lo que pasara.

Que desconocimiento tan enorme del sevillismo…

El sevillismo no es una masa aborregada que aplaude o silba al dictado de nadie.

El sevillismo no confunde el cariño con ningún manquepierdismo absurdo para presumir de nada.

El sevillismo no es una máquina aplaudir, ni de criticarlo todo, solo porque sí.

El sevillismo es mucho más complejo y más bello.

El Escudo, la Bandera y la AFICIÓN.

Cuando vibramos, cuando lloramos, cuando nos enfadamos, soñamos o reímos, no lo hacemos por ellos.

No animamos a las personas pasajeras que componen un equipo.

No vitoreamos a las efímeras estrellas del césped.

No glorificamos a los dirigentes transitorios de los despachos.

Nada de eso.

Cada palabra de apoyo, cada grito en la grada, cada golpe de bandera, cada lágrima derramada, cada bufanda al vuelo, incluso cada insulto exagerado, no es más que un beso de amor desmedido hacia un sentimiento centenario, hacia un Escudo, hacia una pasión inexplicable.

No es, “a ver si nos entendemos”, una reverencia a un grupo de millonarios.

Mi aliento no es para ti que estás en el césped o en los despachos.

Mi esfuerzo no es un agasajo hacia tu persona.

Mi no busca elevarte a ti a ningún pedestal ni es un ejercicio de pleitesía.

Eso es lo que no paraban de cantar los Biris, a ver si nos entendemos…

 

A ver si nos entendemos, los jugadores y la afición,

Ustedes mátense en el campo,

nosotros los Biris en la animación,

Échale huevos, ponle más corazón,

como lo hacemos los ultras de Nervión,

Lo damos todo por defender esta camiseta,

Échale huevos, ponle más corazón,

porque este año hay que salir campeón,

Vamos Sevilla no le falles a toda su gente.

 

PD: Puedes leer y comentar también este artículo en Columnas Blancas

1 comentario:

  1. Buena adaptacion de la cancion legendaria de River Plate.

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